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El lado sexy de los videojuegos: erotismo en la industria gaming

Un repaso histórico por los títulos que definieron al erotismo y la sexualidad dentro de la industria de los videojuegos.

Escrito por:Revista Open

Los videojuegos pueden abordar cualquier temática al mismo nivel de calidad que el cine o la literatura. La gran ventaja es que la evolución narrativa y cualidades interactivas de este medio presentan tópicos de interés en formas diferentes, que otras artes no podrían hacer. El sexo es un tema que no está fuera del radar.

Mientras que en algunos videojuegos la sexualidad es un elemento complementario, para otros es el ingrediente principal e hilo conductor de la experiencia de uso. La industria del gaming ha ofrecido variedad de títulos eróticos que permiten la expresión del placer y las más profundas fantasías de maneras innovadoras. 

La historia erótica de los videojuegos

En la década de los 80 a la limitación gráfica no permitía mostrar el cuerpo humano en todo su esplendor. Por lo que los desarrolladores se la ingeniaron para que la aventura estuviera en las dinámicas y no en el aspecto visual. Es es en este contexto que surge Softporn Adventure, un juego de texto  (donde la historia se desarrolla con comandos simples), creado por Charles Benton y lanzado por On-Line Systems que fue uno de los primeros en impulsar el erotismo en los videojuegos

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Del otro lado del mundo, Koei Tecmo Games le daría un giro de 180 grados a la industria. Mientras que en Estados Unidos la sexualidad se ofrecía como entretenimiento, la compañía japonesa lanzó Night Life en 1982. Este videojuego fue usado como una herramienta educativa para ayudar a las parejas a mejorar su vida sexual, y contaba con aditamentos especiales como un calendario del ciclo menstrual y una guía descriptiva de posiciones subidas de tono. 

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Los juegos para adultos japoneses apostaban por historias más elaboradas que mezclaban sexo y romance. Por ello, en 1992 ELF Corporation lanzó Dokyusei, el primer simulador de citas en la historia virtual. En este videojuego el usuario encarnaba a un estudiante que tenía la meta de conquistar a las chicas de secundaria. Si la relación escalaba más allá de una amistad, se obtenían imágenes bastante sensuales.  

El sexo vende

No es un secreto que el erotismo esté relacionado con la figura femenina, y Core Design lo supo aprovechar. En 1996 lanzó Tomb Raider con una protagonista llamada llamada Lara Croft que se convertiría en el primer sex symbol de los videojuegos. La también arqueóloga abrió cancha para otras compañías que tenían el objetivo de posicionar a sus heroínas como íconos del gaming

En la actualidad existen franquicias reconocidas por su alto contenido erótico. Dead or Alive (1996) es una saga de juegos de pelea que sobresale debido a que la mayoría de los personajes a elegir son mujeres. Desde 2003, la desarrolladora Ninja Games aprovechó el potencial de sus diseños con Dead or Alive Xtreme Beach Volleyball, un spin-off que cambió los puñetazos por los trajes de baño. 

Con un mercado del gaming creciendo en los smartphones, las empresas agregan elementos atractivos y sugerentes a sus productos con el fin de enganchar más usuarios. Por ejemplo en Strendus, plataforma de entretenimiento en línea, se encuentran títulos como Asian Beauty o Bikini Party que agregan una estética sensual para complementar la diversión. 

El futuro de los videojuegos eróticos

No obstante, no todo se trata de deleitar el ojo de los gamers. El videojuego Catherine (2012) nos lleva por la mente de su atormentado protagonista, quien da visibilidad a temas como la infidelidad a través de acertijos. Luxuria Superbia (2013) es un simulador de orgasmos a través de un viaje inmersivo que involucra sentidos clave como el tacto, la vista y el oído. En un grado que suena al futuro, títulos como los anteriormente mencionados posicionan a los videojuegos como una herramienta para comprender y expandir a la sexualidad humana. 

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Nota original: Playboy

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