Pero no siempre ha sido así…
En ese entonces, contrario a lo que muchos pudieran pensar, la relación entre el cine y los cómics de superhéroes fue más que tormentosa en sus primeras seis décadas. Esto a pesar de los puntos en común que poseen ambos medios, empezando por su espíritu secuencial y su natural vocación por el entretenimiento.
Desde la llegada de los seriales dedicados a Capitán Marvel en 1941, que se permitieran algunos inusuales tintes violentos; de los protagonizados por Batman en el 43, marcados por ser un reflejo del racismo de la época; pasando por la simplona adaptación de las aventuras del Capitán América y el estreno de Atom Man vs Superman, esto ya en los cincuentas; hasta llegar a las películas de Spiderman de los 70s que rayaban en el ridículo, la un tanto incomprendida y por lo mismo olvidada versión con tufo a videohome de Punisher en el 89, la bien intencionada pero acartonada reinvención del “Cap” del 90, junto a la prescindible Spawn de 1997; muy poco se podía rescatar hasta antes del 2000.
Solo las sagas protagonizadas por el Hombre de Acero y el Hombre Murciélago, dirigidas por Richard Donner y Tim Burton respectivamente, hicieron patente el potencial que existía tanto de contenido como de forma, y aún así ambas tuvieron lamentes finales.
5 cómics que todo amante de Batman debe leer
Al margen de lo que sucedía en el cine, y pese a tener que lidiar en determinado momento con la censura, en el mundo de las viñetas el concepto de superhéroes tuvo un natural enriquecimiento. De ser la proyección de una visión idílica que tenía el hombre de sí mismo, pasó a convertirse también en un reflejo de sus problemas.
Fue así que para acompañar en la cumbre editorial a los clásicos de DC, llegó Marvel apostando por humanizar a sus personajes a través de lo mundano. Ahora Sólo peleaban con supervillanos, sino que tenían que lidiar con las complicaciones de la vida cotidiana, algunos de ellos incluso más graban y hasta se cansaban.
Pero lo mejor aún estaba por venir, Genios como Alan Moore irrumpieron para llevar todo el asunto a otros niveles de complejidad, entregando obras como esa ucronía con discurso crítico llamado Watchmen.
Después vendrían otros sugestivos acercamientos a los superhéroes, como la nostálgica y cautivadora serie Marvels de Alex Ross y Kurt Busiek , quedaba un vistazo a la existencia de estos seres con habilidades extraordinarias —Avengers, Fantastic Four y compañía— A través del ojo de un fotógrafo, haciendo énfasis en el impacto que causaban en el ciudadano promedio.
Lo mismo Kingdom come de Mark Waid, que enfrentó a la Justice League con los estragos del tiempo y la decadencia de los ideales. Y por si fuera poco, luego hicieron acto de presencia irreverentes creativos como Mark Millar, quién entre otros títulos entregó la sátira homenaje Kick Ass.
Mario Kart Live Home Circuit hace de tu sala una pista de la F1
Ya para el inicio de este siglo, por fin los estudios decidieron tomar en serio los proyectos basados en sujetos con capas y mallas —quién lo diría— contando con antecedentes menores como el Blade de Stephen Norrington de 1997, quién con un presupuesto limitado Incluso se operó a la obra original; Vimos a directores que los tomaban con respeto y además querían decir algo a través de ellos.
Así entonces, Bryan Singer levantó la mano con sus X-Men en el 2000, presentando una acertada revitalización fílmica de la estigmatización social que habían abordado de inicio Stanley y Jack Kirby; Sam Raimi, con su Spiderman en 2002, supo dimensionar al héroe moderno con sus superpoderes; y, por supuesto, Christopher Nolan, quien luego de que Burton llevara con acierto al vigilante de Ciudad Gótica a su mundo lograría traerlo al nuestro en 2005.
Fueron ellos quienes inventaron las bases para el actual boom del cine de superhéroes, los que lograron que un público más amplio se interesará en él y que iniciarán el romance más fructífero entre los sellos mainstream del mundo de las viñetas y la pantalla grande. Con ello se esperaba que de igual forma se abriera la puerta a otros acercamientos tan interesantes como ya hacía años se venía haciendo en papel.
Por desgracia esto se dio a cuentagotas, dígase de las adaptaciones de las ya mencionadas Watchmen y Kick Ass, y por supuesto Logan y Joker que llegaron en años recientes para mantener la vela encendida.
Todas a la sombra de Disney y Marvel que se consolidaron como un solo negocio, y elaboraron un muy inteligente plan para apoderarse de la pantalla grande, el cual consistió en el desarrollo de un universo interconectado de superhéroes en el que más allá de lo buenas o malas películas que pudieran llegar a ser las que lo integran, todos querrían ir a verla porque son el paso necesario para llegar al gran e inminente evento en el que habrán de unirse.
Es más que evidente que les ha salido de maravilla, y no se puede negar que el espectáculo funciona y es muy disfrutable, Pero por otro lado también a convencionalizado todo. y bueno, los traspiés por parte de DC cómics que no termina de decidirse entre seguir la línea ligera — Shazam, Wonder Woman 1984— Ofrecer una mirada más adulta — aunque sea con la fallida Batman vs Superman—, tampoco ayuda mucho que digamos.
¿Extrañas los eventos “friki”? No pierdas detalle de ellos con la app Frik-in
Como bien nos confirmó en su momento el estreno de Avengers: Endgame, ya son 10 años de tal tendencia, pero hay buenas noticias. En contraste, la pantalla chica se ha convertido en la gran alternativa para que estas propuestas a las que el avasallamiento de superproducciones como Avengers, Justice League y demás dejó al margen de la pantalla grande.
Es así que han visto la luz series como la oscura Daredevil, la truculenta Powers, la extravagante The Umbrella Academy y la subversiva The Boys, qué tal y como los protagonistas de esta última llegaron para patear traseros y hacerse de un lugar en el gusto de los espectadores, demostrando que además de entretenimiento y fuegos artificiales sobre la misma fórmula, también están interesados en que se hagan explotar las posibilidades del concepto de superhéroes por encima de los moldes preestablecidos.
Afortunadamente esto no ha pasado desapercibido por la “Casa de Ratón”, que aprovechando el lanzamiento de su plataforma digital, La transición que le representa el paso a la cuarta fase del MCU, y empujada por el obligado cierre de los cines a nivel mundial debido a la contingencia sanitaria, ha decidido tomar algunos riesgos y presentar un tratamiento distinto de sus personajes, por supuesto nos referimos a la refrescante WandaVision.
De entrada, esta vez el énfasis no está en los superpoderes, sino en quienes los portan, y es en su aparente vida doméstica lo que sirve para hacer un claro homenaje a las viejas comedias de situación al estilo de Hechizada, algo que sólo es la fachada para una retorcida realidad, lo que le conecta con otras viejas franquicias como Dimensión Desconocida.
Presentada en Disney Plus, toma como base dos sagas en cómic representativas de esas otras historias de las que hemos venido hablando. La primera es Vision Quest escrita por John Byrne, la cual por primera vez le dio la vuelta la versión tradicional y más ingenua de este par de miembros de los Avengers, llevando a los límites de la locura a Wanda, evidenciando los peligrosos alcances de sus habilidades y su capacidad para el autoengaño, como resultado de la desaparición y desmantelamiento de su esposo.
La otra es la multipremiada Vision escrita por Tom King, que se sirve del sintezoide para diseccionar el modelo de familia perfecta vendida por los medios, refiriendo el doble discurso y la convivencia.
Sin duda resulta alentador el que estos otros enfoques por fin vuelvan a ser parte del universo de superhéroes dominante en el panorama del entretenimiento, sobre todo porque abren la posibilidad para que esto pudiera extenderse a la pantalla grande y así podemos sorprendernos con una mayor variedad de temas y tratamientos.
¿Amante del anime? Ahora puedes disfrutarlo cuando quieras, ¡gratis!
Este es un extracto de nuestra edición digital de marzo. Para consultar este artículo completo y más, revisa nuestro micrositio en Readee.