Las cosas están críticas. Nuestro planeta pide a gritos ayuda, el cambio climático tiene como destino el fin de la tierra ¿Qué vamos a hacer?
Los efectos del calentamiento global y la contaminación son tales que, si los superhéroes existieran, Superman estaría luchando contra los cada vez más poderosos huracanes, Aquaman limpiando los océanos de residuos plásticos y la Mujer Maravilla coordinando alguna operación internacional para hacer cumplir los Acuerdos de París y reducir las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Antorcha Humana tendría que cancelar sus vacaciones soñadas entre los incendios de Grecia o California para sumarse al rescate del planeta, mientras –en su Batimóvil con calcomanía doble cero– Batman estaría tras los rastros de su archienemigo el Pingüino, presuntamente atrapado en un glaciar derretido del Polo Norte.
Lamentablemente, ni los superhéroes existen ni la realidad que hoy enfrenta el mundo en materia ambiental es ficción.
El cambio climático es un hecho; sucede aquí y ahora, y se puede constatar –entre otras cosas– con tan sólo ver los termómetros. El verano pasado, varios puntos del planeta se vieron afectados por las temperaturas más altas de la historia desdeque se tiene registro: Montreal alcanzó los 36.6 °C; Argelia batió el récord en África con 51.3 °C y Japón con 41.1 °C. En Grecia, los incendios más letales en Europa desde 1900 se propagaron tan rápido en las inmediaciones de Atenas, que algunos residentes quedaron atrapados entre nubes de humo y otros se refugiaron en el océano. Por si fuera poco, 4 millones de personas en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, una de las metrópolis africanas más prósperas, viven una de las crisis hídricas más dramáticas de las que se tenga memoria. Para sus habitantes, el “Día Cero” (cerrar las llaves de hogares y negocios ante la escasez de agua potable) está cada vez más cerca. El crecimiento demográfico y una sequía récord, tal vez exacerbada por el cambio climático, aceleran lo que puede ser una catástrofe humanitaria. Sin duda, la forma en que la humanidad usa el vital líquido es insostenible y megaciudades como Beijing, Delhi, Londres, Los Ángeles, Ciudad de México, Río de Janeiro y Tokio, están cada vez más cerca de enfrentar una crisis similar.
¿Cómo salvar al mar del plástico?
El clima es un tema complicado. Un incendio aislado o una temperatura extrema no se pueden atribuir del todo al cambio climático; factores naturales y humanos pueden ser la causa de los cambios y ajustes en el balance de la energía de la Tierra. Los científicos se han dedicado a llevar un registro del clima a través del estudio y el análisis de factores indirectos que afectan, como el hielo y los glaciares, los árboles, los restos de polen, sedimentos oceánicos o los cambios en la órbita de la Tierra alrededor del sol.
Estos registros muestran que el sistema climático varía naturalmente con el tiempo. En general, los cambios previos a la Revolución Industrial en el siglo XVIII pueden explicarse por causas naturales como las variaciones en la energía solar, erupciones volcánicas y cambios naturales en las concentraciones de GEI.
Sin embargo, las recientes manifestaciones del clima no pueden explicarse sólo por causas naturales y es muy posible que desde mediados del siglo XX el principal factor que ha contribuido a romper el equilibrio del planeta sea la actividad humana.
La mediocre calidad de nuestro aire ¿Cuánto cuesta?
Según Global Footprint Network (GFN), organización internacional sin fines de lucro que, desde el 2003, se dedica a medir la “huella ecológica” y a calcular cuánta naturaleza se tiene y cuánta es utilizada por los seres humanos, el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra marca la fecha en que los humanos han usado más recursos naturales de los que el planeta puede renovar en un año. En 2018, fue el 1 de agosto (la fecha más temprana para este evento desde 1971). La GFN señala que, para satisfacer las demandas naturales de este año, los humanos requerirían de 1.7 Tierras. También midió los días de sobrecapacidad individual por país para definir la fecha que la sobrecapacidad de la Tierra tendría si toda la humanidad gastara sus recursos como cada nación. Si todos en el planeta consumieran como los mexicanos, el día en que el planeta se quedaría sin recursos sería el 29 agosto.
Hay países que enfrentan peores escenarios: Qatar sería la primera nación en llegar al límite –9 de febrero–;mientras el panorama para Vietnam es un poco más alentador, pues su fecha de rebasamiento de recursos sería el 21 de diciembre de 2021.
Sin duda alguna, llegó la hora de hacer “un poco” por nuestro planeta desde nuestras trincheras, te dejamos aquí 5 pequeñas acciones que pueden aportar un pequeño cambio gradual:
Fáciles acciones cotidianas para salvar a tu planeta