Tras la controversia que la cinta “Nuevo Orden” trajo consigo, nos dimos a la tarea de investigar más sobre qué es ser whitexican y si su uso es racista
Después de lanzar el trailer inicial para su más reciente filme, “Nuevo Orden”, el director Michel Franco fue criticado por las implicaciones de una representación clasista y racista en la figura aparentemente antagónica de la historia. Pero la controversia no acabó aquí, pues el pasado 14 de octubre el cineasta declaró que el uso del término whitexican era profundamente racista.
“Vi que en redes sociales decían: ‘es que todas las películas de Michel son de gente de clase alta o de gente blanca’; por ahí decían ‘whitexican’, alguien que acusa de racismo y está creando esos términos está siendo profundamente racista”,
Si bien no es la primera postura de este tipo que ha originado tal concepto, ante el actual clima político, las manifestaciones feministas y el movimiento de Black Lives Matter, el próximo estreno de la cinta ha sido uno de los más polémicos en el año. Pero ¿qué es un whitexican?
“Mundo Quino”: el primer libro del caricaturista argentino
Acorde a Google este término ha sido buscado desde finales de noviembre de 2018; sin embargo, en Twitter hay registros que la palabra se usa de forma cotidiana desde 2010, principalmente por usuarios estadounidenses y sin la misma carga o significado que tiene hoy en día.
Derivada de los términos en inglés “white” (blanco) y “mexican” (mexicano), el neologismo se refiere a las personas que tienen actitudes y comportamientos considerados racistas y clasistas, o bien, que tienen ideologías vinculadas a la derecha.
Lejos de hablar simplemente de las personas de tez clara, se busca hablar de los privilegios que cierto sector tiene en el país. La doctora en Antropología Social Areli Ramírez lo explica de la siguiente forma: “Al color de la piel se le puede denominar como blancura, pero la blanquitud tiene que ver con una serie de actitudes, de ideas, de imaginarios”, como explicó en entrevista para la BBC.
Por su parte, Valeria Angola, investigadora etnóloga por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, detalla en entrevista para Open que si bien no hay un estudio detallado sobre los orígenes del concepto, su uso en redes comenzó como una manera “jocosa y divertida” de señalar el racismo en el país: “Yo creo que el término ayuda pues a visibilizar que existe un grupo privilegiado en México que ha sido beneficiado por la opresión histórica de otras personas”.
No obstante, Angola señala que esto no significa que las personas de tez blanca no puedan sufrir discriminación, sino que el racismo va mucho más allá de esta: “Los prejuicios hacia las personas blancas pueden existir, pero no no puedes comparar el decirle a una persona que es whitexican con el hecho el racismo, porque se trata de todo un sistema de explotación en el cual las personas blancas mas bien se han beneficiado y no han sido los explotados sino explotadores”.
Igualmente, sobre el caso de la película “Nuevo Orden” y los comentarios de Michel Franco, comenta que no es posible hablar de una opresión al utilizar el término whitexican pues el nombramiento en sí mismo “no les quita los beneficios que históricamente han existido de estas relaciones de desigualdad, ni los deshumaniza o resta poder y eso es una blanquitud que va más allá de la tonalidad de piel”.
Además, sugiere que tales representaciones se vuelven aún más problemáticas al ser siempre personas no racializadas quienes suelen estar detrás de la industria cinematográfica, pues se cae en los mismos estereotipos raciales mientras que las personas indígenas o afrodescendientes no suelen tener el acceso a los medios para crear sus propias narrativas cinematográficas, particularmente cuando los mexicanos de piel clara, quienes componen apenas el 4,7% de la población del país según el Proyecto de Etnicidad y Raza en América Latina; sin embargo son los que más vemos en cine, televisión, publicidad y otros productos culturales.
Grinberg: el científico mexicano que desapareció misteriosamente
La diferenciación de Valeria Angola es clave para entender la diferencia entre llamar a alguien whitexican y la situación de racismo que enfrentan indígenas y personas afrodescendientes, pues como detalla, la discriminación es más bien una expresión del racismo, más no es lo único que este implica.
“El racismo es un sistema de dominación que jerarquizó, en un momento muy específico de la historia, a las culturas en humanos y no humanos. Los primeros corresponden a una geografía espacial qué es el norte global y qué puede ser ahora Estados Unidos, pero en un inicio era Europa”, detalla la etnóloga y define que la concepción aún persiste hasta nuestros días como aquellos sujetos blancos, heterosexuales, sin discapacidades funcionales y con creencias principalmente cristianas.
Al forjar esta idea de un ser humano universal, se crea a la par esta idea del otro: “Quienes no corresponden a ese sujeto hegemónico humano fueron racializados y dominados históricamente. […] El racismo es la deshumanización de todos estos grupos ajenos a lo establecido”.
Es por ello que al hablar de racismo se habla de algo sistémico y no individual: “Si partimos de ese momento histórico, vemos como todo cómo se estructuró el mundo —su cosmovisión, su ideología, su política, su economía, sus leyes, etc.— a partir de esa deshumanización y perdura hasta nuestros días porque históricamente hemos sido y somos descendientes de los grupos que han sido esclavizados, explotados, dominados y excluidos”.
Por último, la investigadora y activista concluye que es de vital importancia no perder el significado colectivo del racismo, pues lejos de que la solución se encuentre en individuos o que el problema sea causado por ellos, es más bien el sistema en que nos encontramos y la falta de conocimiento en torno al mismo: “Hay que complejizar el análisis, pensar en nuevas estrategias de denunciar el racismo a nivel sistémico, como algo que va más allá de nosotros e incluso que va más allá de solamente la discriminación”.