A pesar de que la automatización simplifica el día a día el recurso humano laboral ha ido disminuyendo gradualmente a causa de algunos avances tecnológicos.
Toma 1 minuto y medita sobre las cosas que hay ahora y que antes no existían. ¿Recuerdas tu primer teléfono celular? ¿La emoción de llegar a casa para usar MSN Messenger o ICQ? En aquellos tiempos no podíamos ni siquiera imaginar que nuestros celulares con pantallas monocromáticas se convertirían en nuestro vínculo con el mundo y hasta en nuestra oficina portátil. Pero ponte a pensar en algo más, ¿qué es lo que sigue? ¿En verdad crees que ya todo está hecho? La repuesta seguramente es no.
Para bien o para mal el mundo sigue girando y con él la inteligencia y creatividad humana. La naturaleza sigue creando nuevas enfermedades y se re-acomoda todos los días para seguir subsistiendo; es decir, todo está en constante evolución. Quizá llegará el momento en que los autos ya no existan y solamente tengas que teletransportarte (Suena chistoso pero en 1990 nadie imaginaba un servicio de streaming como Spotify o Netflix).
Por varios años la automatización ha estado presente en nuestra vida y, muchas veces, ha sustituido la mano de obra. Pero, ¿podría existir algo malo con la automatización y los avances tecnológicos?
A pesar de que los procesos se simplifican en el día a día gracias a las herramientas que tenemos, el recurso humano laboral ha ido disminuyendo gradualmente. Un ejemplo absurdo quizá; ¿Recuerdas cuando tenías un problema antes con el banco? Era más sencillo llamar y compartir con un ejecutivo del otro lado del teléfono para solucionar cualquier situación. Ahora y sin ser un sistema 100% cómodo, el llamar a nuestra institución bancaria representa el pasar por una serie de menús automatizados que ofrecen opciones y posibles respuestas a nuestras problemáticas; leyendo nuestra voz para acceder a un sistema complejo que muchas veces no nos soluciona nada.
Como ese ejemplo existen muchos más, afectando en un futuro cercano de acuerdo la OECD a más del 14% de los empleos actuales y en un futuro más lejano al 33%. ¿Perderé mi empleo? Pues si la tecnología sigue creciendo a pasos agigantados es probable que las empresas empiecen a automatizar más sus procesos evitando con esto la generación de nuevos empleos y reduciendo el gasto por mano de obra.
Los sectores más afectados son la industria manufacturera y la agrícola aunque, como ya lo mencionamos arriba, los servicios empiezan a convertirse en “charlas” con robots y máquinas previamente programadas para atender tus necesidades.
Entonces ¿Qué le espera a las nuevas generaciones de egresados? Si de por si ya es complicado para ellos obtener empleos debido a la falta de experiencia, las nuevas tecnologías empiezan a sustituir por programas actividades relacionadas al ámbito administrativo y matemático.
OECD menciona que 1 de cada 7 empleos actualmente han sido sustituidos por la automatización, sin embargo hace mucho énfasis en algo muy importante: el sentir y la creatividad humanas.
El cerebro humano no ha sido alcanzado por ninguna computadora y mucho menos los sentimientos con los que los trabajos deben ser desarrollados para ser exitosos. Los ámbitos en los que -al menos por ahora- la tecnología no nos ha rebasado incluyen la educación, la psicología, medicina, relaciones públicas, el diseño, la arquitectura y los sistemas de distribución. A pesar de la velocidad con la que viene esta “ola androide”, el humano siempre será partícipe en la revisión, programación y planeación de actividades así que, por ahora, solo tienes que seguirte preparando para convertirte en un empleado indispensable y competitivo en el mundo laboral.