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Sergio Arroyo: entre el teatro con olor y un monologo sobre el suicidio

Escrito por:Leticia Gómez

Sergio Arroyo es el productor de la puesta en escena “Un collar de perlas negras”, en la que propone darle vuelta a la experiencia teatral convencional, a través de un montaje multisensorial que apunta al tacto, el oído y el olfato de los espectadores.

“Un collar de perlas negras” es la historia de una trabajadora sexual que recibe la llamada de un cliente desconocido que le exige tener una cita esa misma noche, aunque la jornada de ella ya terminó. Al mismo tiempo, al otro extremo de la ciudad, circula la alerta por un asesino serial que parece demasiado inteligente para ser capturado.

La obra es protagonizada por María del Carmen Félix y Nacho Casano y se presentará en el Teatro de la República hasta el 16 de diciembre.

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“Esta obra es un proyecto que tenía desde hace un par de años para montarla en el Teatro Isabela Corona, pero no se pudo realizar a causa de la pandemia”, cuenta Sergio Arroyo.

Más glamuroso, menos cómico

¿Cómo fue producir “Un collar de perlas negras”?

Cada producción tiene sus altibajos, retos, sus obstáculos y sus aprendizajes. Ninguna producción es siempre la misma. En esta ocasión fue todo un reto, porque se me ofreció desde 2014, pero obtuve los derechos hasta 2017 y el primer obstáculo que tuve fue el terremoto.

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Hasta después de la pandemia me atreví a hacerla. Pero, el reto principal fue el libreto, porque viene de Miami, es autoría del escritor Ibrahim Guerra. Esto quiere decir que está hecha para presentarse en un teatro de bar, no de comedia. Desde un inicio mi objetivo fue hacerla más oscura, con un toque y color diferente a nivel de dirección y producción.

¿Cómo surgió el objetivo de hacerla más de suspenso?

Siempre me ha gustado el suspenso y el terror desde mis primeras producciones. Quise seguir con esa línea que nos identifica como casa productora y a mí como productor. En el caso de la dirección y los actores, me planteé bajarlos de tono y enfocarlos hacia el suspenso más que a la comedia.

¿Cuál es tu definición de sensualidad?

Es el control siempre de la situación, el coqueteo. El juego de poder que se ve en el escenario entre el cliente y la trabajadora sexual. Mi visión siempre fue irnos hacia los años 50 del Hollywood glamuroso y los símbolos sexuales como Marilyn Monroe, que era muy sensual, pero no por desnudarse, sino por simplemente ser coqueta ante las cámaras, por sus movimientos con los hombros. Es así como manejamos esta sensualidad sensorial perfecto y cómo fue el casting para elegir a María del Carmen Félix y Nacho Casano.

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¿Cómo fue el casting para elegirlos?

Me contacté con ambos actores personalmente. María regresaba de haber estado embarazada y justo quería regresar a esa sensualidad y dignidad de mujer.

Por el otro lado, con Nacho, conozco su trabajo desde Televisa y pensé que podría funcionar bastante bien y sí, la verdad es que ha sido una agradable sorpresa.

Que no se culpe a nadie de mi muerte

Además de este montaje, Sergio Arroyo estrenó el monólogo “Que no se culpe a nadie de mi muerte”. Un texto del dramaturgo Humberto Robles que se convirtió en un clásico del teatro contemporáneo en México y que fue, en palabras de su productor, menos complicado a la hora de producir, porque los derechos están libres. El montaje es realizado por Majo Pérez y se estrenó el 10 de noviembre.

“Que no se culpe a nadie de mi muerte”, es una tragicomedia en tono de farsa que se presentará en el Teatro Ofelia los jueves a las 20:30 horas.

“Lo que vemos es a una mujer que está a punto de suicidarse, pero en espera de una llamada que le puede salvar la vida”, concluye Sergio Arroyo.

 

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