La historia de Shanik Hughes es digna de una película. La cantante mexicana, que ahora reside en Austin, se mudó a Estados Unidos a los 12 años, poco antes de que su madre la abandonara.
“Aunque desde los tres años hacía comerciales, me fui con mi papá a Estados Unidos porque mi mamá me dejó a su cargo. Aunque me gustaba mucho la música, a mi papá no le agradaba la idea de que yo me dedicara a eso. Sólo me pagó unas pocas clases de piano y se acabó. Él, que era veterano de Vietnam y formó parte del Ejército de Estados Unidos, quería que yo me dedicara a pilotear helicópteros de rescate, porque tenía la idea de que ahí sí ganaría mucho dinero”, relata Shanik.
Sin embargo, Shanik decidió seguir su propia pasión. Esa rebeldía, que la caracteriza, se plasma en su nuevo disco “Princesa Rebelde”, que lanzará el 7 de junio en plataformas digitales. Este álbum refleja su necesidad de romper con los moldes restrictivos de la industria musical.
Desde muy joven, Shanik tuvo que hacerse responsable de sí misma. A los 17 años comenzó a vivir sola y a estudiar música. “Desde chica, tal vez hacía comerciales porque era trabajo, pero yo me visualizaba en un escenario, cantando y siendo iluminada por los reflectores. Me gustaba escuchar canciones de Xuxa, Gloria Trevi, sobre todo ‘Pelo suelto’, y OV7. La música siempre fue mi primera pasión”.
Shanik lanzó su primer disco en Orlando, Florida, a los 23 años, colaborando con el ingeniero de mezcla de los Backstreet Boys. Sin embargo, en esa época, antes de las plataformas de streaming, no sabía bien cómo distribuir su música.
Posteriormente, se mudó a Miami, donde trabajó como bartender y mesera, y también incursionó en el mundo de las telenovelas, participando en el reality “Protagonistas” de Univisión, donde quedó en segundo lugar. Un momento difícil fue cuando, al enterarse de su embarazo, tuvo que rechazar una oferta para trabajar en una producción de Emilio Larrosa.
Paralelamente, Shanik desarrolló una carrera en la música cristiana, manteniendo siempre una línea de optimismo e inspiración en sus composiciones. “Siempre diré que soy creyente y que mis talentos están al servicio de Dios. Actualmente, estoy trabajando con la organización sin fines de lucro EQ Austin, que apoya a artistas independientes, y me entusiasma mucho presentarme en el Café Iguana de Monterrey el 27 y 28 de julio”.
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Como mexicana en Estados Unidos, Shanik ha enfrentado la discriminación. De niña, sus compañeros de escuela no aceptaban que ella fuera la única latina, y los estereotipos físicos le causaron un severo desorden alimenticio que se intensificó cuando empezó a audicionar para Venevisión. En Los Ángeles, descubrió que las oportunidades para cantantes y actores a menudo dependen del número de seguidores en redes sociales más que del talento, lo cual, lejos de desanimarla, la motivó a seguir luchando.
Todas estas experiencias han influido en su música y en las letras que escribe. “Princesa Rebelde” es una muestra del talento y la determinación de Shanik Hughes, y se lanzará el próximo viernes 7 de junio en todas las plataformas digitales.