Quiropráctica: de esto se trata una consulta y un tratamiento
La quiropráctica tiene por objetivo alinear la columna vertebral. Acudimos a una cita a Dolorfin y este fue el resultado.
Todos los nervios que regulan todas las funciones corporales atraviesan por la columna vertebral; se entiende, pues, que malas posturas, una vida sedentaria, malos hábitos alimenticios (sobre peso) tarde o temprano pasan factura.
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Aún a mi edad (59 años), me consideraba una persona saludable; desde hace tres años terminé un proceso para bajar de peso (38 kilos) y desde hace tres hago ejercicio con regularidad; del funcional me pasé al CrossFit con bastante buen rendimiento, a veces hasta seis clases de una hora a la semana; eso, sí, con insomnio infernal que, sí, lo pensó bien: también tiene qué ver con el buen o mal funcionamiento de la columna.
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Se puede ser joven y tener una malformación en la columna
Como parte de un reportaje, me invitaron a que fuera yo a una clínica de quiropráctica, una vez que el fundador de Dolorfín nos dio una entrevista donde nos explicó de manera fácil de entender para quienes no conocemos de esta licenciatura, cuáles eran los procesos a seguir para conocer el estado de salud de cualquier paciente y que, en todo caso, es también un tema de prevención de achaques y enfermedades que relacionamos con la edad.
Pues nada más equivocado que eso. Se puede ser un niño y tener problemas de salud debido a una malformación en la columna; se puede ser un joven deportista de alto rendimiento, sin saber que con un ajuste de columna puede mejorar su condición o, se puede ser una persona como yo, casi de la tercera edad, en aparente buenas condiciones y… ¿qué cree? Pues me aventuré a vivir la experiencia, pensando que saldría de ahí bien calificado.
Y, no. Todo lo contrario.
Para comenzar, me dieron una charla donde me volvieron a explicar los procesos por los que una columna se va deteriorando sin avisar directamente un dolor o achaque en la espalda, sino manifestándose de mil maneras: estreñimiento, dolor de cabeza, insomnio, y luego de la charla me hicieron radiografías donde claramente salí con: fractura de coxis y artritis cervical; es decir, que entre mis vértebras se han ido formando calcificaciones que, tarde o temprano me pasarán una gran factura, si no me atiendo y sigo un tratamiento de un año; seis meses dos sesiones por semana, y otros seis meses, una sesión por semana.
La atención en Dolorfin es cien por ciento personalizada.
El procedimiento de quiropráctica no es doloroso
Y, como todo lo nuevo me asusta y no soy muy bueno yendo al médico (diagnosticado con Síndrome de bata blanca; la presión arterial se me va a los cielos), pues he comenzado ya mi terapia que consiste (se lo explicaré a mi manera) y en acostarse boca abajo en una cama, mientras en la espalda le colocan diodos que surten pequeños toques eléctricos, y encima de estos colocan una almohada de calor (usted decide el nivel de tolerancia a ambos tratamientos) durante unos 20 minutos o media hora, para después pasarlo a una cama que le mueve las piernas de arriba hacia abajo, y luego en esa misma cama le aplican ejercicios de respiración para ir ajustando la columna, mientras la cama truena y baja de nivel.
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Otros de los tratamientos son una serie de movimientos nada dolorosos, que la truenan la espalda y el cuello, y unos golpecitos con una especie de martillito diseñado para esta función de ir vértebra por vértebra, de manera tal que sale uno de cada sesión relajado y, le juro, esos días que he asistido, he dormido sensacional.
Nunca es demasiado tarde o demasiado temprano para acercarse a la quiropráctica.
Y supongo que cada paciente lleva un tratamiento distinto, por lo que le recomiendo buscarlos como Dolorfín, consultorios quiroprácticos y quítese la idea de los llamados “hueseros”; los quiroprácticos son licenciados en esta especialidad de la medicina alternativa y acuda a darse una checadita; más vale prevenir, que llegar con un dolor insoportable del que seguro lo salvarán pero, insisto, para qué esperar llegar a ese momento.
