COVID-19: “La culpa es de los aviones”, indica biólogo de la UNAM

En colaboración con Playboy, escrito por Isaac Torres Cruz

Desde diciembre de 2019, cuando se detectó un nuevo Coronavirus en Wuhan, China, hasta los más de 120 mil infectados en más de 50 países y casi 5 mil muertos después de que fuera declarada como pandemia (11 de marzo) y con un ya nombrado Covid-19, el mundo atestigua con mayor información una pandemia por virus que no es la primera ni la última, que no es la más letal como tampoco inocua; sin embargo, sí es la que más se ha “esparcido” a través de medios de comunicación y redes sociales.

Es por otra parte, un recordatorio indiscutible de que la evolución en el mundo microscópico continúa su desarrollo con éxito y de que el mundo globalizado y los cientos de vuelos al día son la manera más efectiva de esparcirse y lleguen hasta nuestro país desde oriente, vía Europa.

Armadillo y no murciélago

Todo habría iniciado en el mercado de mariscos de Wuhan, donde el nuevo coronavirus habría saltado de otras especie animal al ser humano, en un caso de mutación como ha ocurrido con muchas más enfermedades zoonóticas, como el del SARS, el VIH, el Ébola o el AH1N1, que tuvo origen en México en 2009.

Los científicos aún desconocen con exactitudo la especie originaria del virus –se dice que provendría de forma intermedia de un tipo de armadillo llamado pangolín, que es traficado ampliamente en China- e incluso no queda claro si llegó al mercado de Wuhan antes.

Sin síntomas

En la actual pandemia, el principal desafío en el diagnóstico es que el virus puede pasar de una persona a otra antes de que aparezcan los síntomas, que son fiebre mayor a los 38 grados, cansancio, dificultad para respirar, tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Sin embargo, la mayoría de las personas, alrededor del 80 por ciento, se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Las dificultades se presentan en personas con comorbilidades, como diabetes y obesidad, o en personas vulnerables, como de la tercera edad, quienes componen la mayor parte de las muertes.

Sólo quiere sobrevivir

Desde el punto de vista biológico y ecológico, el nuevo virus sólo trata de hacer lo que todo ser vivo en este mundo: sobrevivir. Antonio Lazcano es profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde realiza investigación sobre el origen de la vida, es uno de los biólogos evolucionistas con mayor renombre en el mundo.

El científico enfatiza que la “población debe entender que estos brotes son fenómenos naturales y que no estamos inermes frente a la naturaleza, que la biología es la que está detrás de todo y es consecuencia de la evolución”.

Entonces, como parte de la naturaleza, somos vulnerables al Covid-19 debido a que no tenemos inmunidad previa, a diferencia de la influenza AH1N1, por ejemplo, debido a que hemos estado expuestos a variantes previas del virus, añade.

Como el K-Pop

De acuerdo con el experto, la probabilidad de que haya aumentado la aparición de este tipo de enfermedades no ha aumentado, sino su éxito de transmisión de forma global. “De igual forma, que una cantante coreana se hace famosa por YouTube, un patógeno se distribuirá rápidamente porque tenemos un tráfico aéreo extraordinario. Miles de aviones volando en el mundo todos los días transportan pasajeros, pero también patógenos”.

Es de esta forma como el Covid-19 llegó a México, donde los primeros cuatro casos confirmados se vincularon entre sí, después de su visita a Italia, el principal foco de la epidemia en Europa, con más de 15 mil casos y alrededor de mil 300 muertes, después de la declaratoria de pandemia. En México, después de esta fecha se registraban 16 casos y alrededor de 80 sospechosos. Actualmente, suman ya 118 contagiados confirmados.

“Decaerá”: biólogo

Cancelación de conciertos y espectáculos deportivos –aún se analiza si se cancelarán los Juegos Olímpicos de Japón-; suspensión de peregrinos a La Meca en Arabia Saudí, cruceros a la “deriva”, caída de las bolsas, son el saldo social y económico que ha dejado hasta ahora el Covid-19. Sin embargo, como ha ocurrido con otros brotes similares, el número de contagios llegará a un pico para después descender, ninguna especie –excepto el ser humano- puede crecer y reproducirse desmedidamente, eso colapsaría todo sistema ecológico.

Por lo tanto, el número de casos decaerá en unos meses, momento para cuando se obtenga una vacuna –que es difícil de obtener como en otros casos de enfermedades por virus puesto que codifican su información genética a través del ácido ribonucleico (ARN), el cual es muy cambiante e inestable. Para entonces, la vacuna sólo será “accesoria”, dice Lazcano.