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La eutanasia ¿El pecado de la paz?

La eutanasia ¿Es mala? ¿En qué circunstancias permitirías que tu ser querido pidiera su muerte? ¿En qué caso lo harías tú?

Escrito por:Revista Open

Pocas son las veces en las que nos ponemos a pensar sobre la muerte, aquella invitada a nuestras vidas que inminentemente llegará algún día sin saber de qué forma. Todos desearíamos su visita a los 80 años en una silenciosa noche en la que nos abrace dormidos y nos lleve a pasear al otro lado sin dolor alguno. Sin embargo, esta poco querida y mala amiga a veces suele ser un poco más cruel.

¿Alguna vez has meditado sobre en qué momento o circunstancias sería correcto forzar a la muerte a venir? Aunque digamos que no, sí lo hemos imaginado alguna vez. Experiencias dolorosas como el ver a un familiar o a un amigo en una situación de dolor o enfermedad terminal nos han llevado a tener más presentes ese tipo de temas en nuestras vidas.

Pensamientos como: “Quizá no merecía haber sufrido eso” “¿Por qué si es una buena persona está pasando por tanto dolor?” o “Hubiera sido más fácil si la batalla no hubiera sido tan larga” nos han asechado alguna vez. Sin embargo, muchas veces pensamos -si eres creyente- “en la voluntad de Dios” o en la temible “Lucha hasta el final” cuando muchas veces eso no representa más que un acto egoísta de querer mantener a nuestros seres queridos a nuestro lado a pesar de las circunstancias.

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En países como Bélgica, Holanda y Suiza, la eutanasia es legal, regalándole al enfermo la capacidad de decidir sobre una muerte digna; así mismo, si se encuentra en condiciones como estado vegetativo o en las que no haya conciencia del paciente, los familiares podrán tomar la decisión ya que además, es un tormento para todos aquellos que rodean al ser amado. En nuestro país, la única opción que existe es el dejar de administrar medicamentos cuando el fin es inminente, logrando con esto que llegue la muerte de manera natural (EUTANASIA PASIVA) lo cual no es tan malo realmente.

En resumen, la eutanasia es el hecho de otorgar la muerte en beneficio de algún animal o persona que está atravesando una situación agresiva de salud que no le permite tener una calidad de vida digna o aceptable. Etimológicamente significa -Muerte Dulce-

Todos a pesar de nuestra edad, debemos de tener claro qué queremos que suceda con nosotros en caso de tragedia, enfermedad o cualquier situación que nos pudiera privar de tener una vida plena y es por eso que debes meditar y platicarlo con tus seres más queridos por muy incómodo que sea.

Ahora ¿Cómo actuar cuando tu ser querido se encuentra en esta situación? Si hay consciencia, es importante preguntar directamente qué es lo que desea y comentarlo con sus médicos. Explicar lo que se puede hacer para evitar la agonía puede ser parte de tu función en su vida, hacerle saber que estará bien y que los médicos se encargarán de ir reduciendo ese pesar hasta que por fin llegue esa paz que todos merecemos tras cumplir nuestra misión.

En otro caso, al saber que ya viene el final, ver qué sí y que no puede ser permitido para tu paciente. Un ejemplo (que a mi como autor me marcó) fue el negar un vaso de “refresco de dieta” a un enfermo terminal que cuidé con la idea de que eso lo podría matar, sin embargo el médico me comentó que la autorización me la hubiera otorgado debido al extremo daño que ya tenía el paciente y que hubiera sido un “gran lujo” previo a su partida.

Uno piensa “su muerte sería mi culpa”, sin embargo, el médico será aquel que pueda asesorarte sobre lo que es correcto o no hacer y más en situaciones inminentes. Recuerda que el dolor, el sufrimiento, la agonía NO son los ingredientes de una vida digna, por lo que cuando la situación lo amerite, habla con los especialistas sobre cómo se deben manejar esos últimos deseos de tu ser especial.

En resumen, NO es un asesinato, no es ir en contra de la voluntad de la vida; es el simple hecho de darle oportunidad a un ser vivo de detener la agonía y recibir la paz y tranquilidad que cualquiera merece. NO se está jugando a ser Dios o el juez de vida de la persona, simplemente es buscar una opción para regalar tranquilidad al paciente y a todo aquel que lo rodea.

DATOS ADICIONALES:

Las 4 formas de catalogar la eutanasia son las siguientes:

VOLUNTARIA – La persona afectada está decidiendo morir para evitar seguir con sufrimiento. No es considerado un suicidio ya que se encuentra bajo estándares médicos.

INVOLUNTARIA – El afectado no puede decidir por si mismo si su deseo es morir debido a las condiciones en las que está.

ACTIVA – Un tercero lo induce a la muerte después de solicitarla.

PASIVA – Se deja morir por cuestiones naturales al paciente, deteniendo aquello que lo mantiene con vida.

Analizando las opciones anteriores, contestemos las siguientes preguntas:

¿Esta bien aplicar la eutanasia cuando la persona está sufriendo innecesariamente de dolores incurables?
¿Cuando ya se sabe ciertamente que la muerte será inminente?
¿Cuando un tratamiento u acción ya no le regresará la salud al paciente y solo lo mantiene “vivo”?
¿Cuando esa persona ya no tiene consciencia ni respuesta cerebral?
¿Cuando será imposible seguir pagando un espacio o tratamiento que no llevará al paciente más que a alargar su agonía?

¿Estás o no a favor de la eutanasia?

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