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¿Es hora de dejar el refresco?

El consumo de refresco nunca ha sido benéfico para la salud y tampoco hemos sido conscientes del daño que causa. Hoy te contamos una cruel verdad.

Escrito por:Revista Open

Texto por: Fernanda Pichardo

Cifras nada dulces

El consumo de refresco nunca ha sido benéfico para la salud y tampoco hemos sido conscientes del daño que causa. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), México es uno de los principales consumidores de bebidas azucaradas, llegando a beber hasta 163 litros al año; 7.3 veces más que el promedio mundial. Los daños que estos productos causan a la salud no han servido de alerta para el consumidor. Algunos datos importantes a considerar:

¿Es malo el refresco de dieta? ¿Los edulcorantes?

La etiqueta

El benzoato de sodio reduce la capacidad de retención de potasio y el ácido fosfórico provoca cálculos renales y una alta probabilidad de desarrollar osteoporosis. El jarabe de maíz es un endulzante que se relaciona con enfermedades cardiacas.
Tras consumir una gaseosa, el nivel de azúcaren la sangre se incrementa, causando una explosión de insulina que obliga al hígado a convertir el azúcar en grasa.

A largo plazo

Las bebidas con edulcorantes artificiales no son menos tóxicas, por lo que es importante cambiar los hábitos e ir reduciendo su consumo hasta eliminarlo.
Al hacerlo te verás más joven, pues los telómeros, que marcan los extremos de las hebras de ADN, son esenciales para garantizar que éste se repare y copie correctamente. Al ingerir este tipo de bebidas, los telómeros se vuelven cada vez más cortos y las células mueren, permitiendo el desarrollo de enfermedades crónicas y daños prematuros.

La salud

El consumo de azúcar en nuestro país se encuentra por encima del nivel máximo diario permitido por la OMS, convirtiéndose en un factor clave para el desarrollo de enfermedades como diabetes, sobrepeso, asma y problemas renales y cardiacos. Por cada refresco ingerido, se es 1.6 veces más propenso a la obesidad.

El reemplazo

Después de conocer que existen numerosos riesgos al tomar habitualmente este tipo de bebidas, crear conciencia y hacer un cambio debería convertirse en una prioridad. Reduce las porciones poco a poco y sustitúyelas por infusiones, agua de frutas en jarra y agua mineral y natural con el fin de irte acostumbrando a su sabor. Si extrañas la cafeína, puedes sustituirla por café.

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