Acoso laboral: El temible mobbing

TEXTO POR:

Psic. ERICK ROSALES / Instagram & Twitter: @erickroba

“DESCANSEN, NOS VEMOS LA PRÓXIMA JUNTA … POR CIERTO, ALGUNOS DE USTEDES YA NO ESTARÁN, SÓLO LOS MEJORES…” 

Tu elevada autoestima y tu orgullosa dignidad no son escudo suficiente para escapar del maltrato de compañeros de trabajo. Funciona como la violencia de pareja, de novios; creen que nunca la tolerarán y lentamente van aceptándola, van subiendo de tono las agresiones. Así en tu trabajo, un día estás feliz porque te contrataron y al otro te encuentras despierto en la madrugada por el estrés que éste te produce.

Es tan grave que hasta el gobierno, que nunca se preocupa por el bienestar emocional del ciudadano común, publicó la norma 035 para la prevención de los riesgos psicosociales en el trabajo. Este mes se cumple un año de su publicación en el diario oficial de la federación, lo que quiere decir que ya entró en vigor. ¿Quieres saber de qué va? Sigue leyendo.

Hay muchas razones por las cuales algunos llegan a soportar el maltrato emocional en un trabajo y muchas formas en las que se lleva a cabo. Me cuenta un maestro de un colegio dirigido a clase media alta,

“…el rector nos decía: No quiero profesores con excelencia académica, eso no basta, QUIERO MAESTROS QUE GENEREN FANS DEL COLEGIO … nos advertía que en el acto académico cuando nos mencionaran, él y los socios revisarían el número de aplausos por parte de papás y alumnos, así medirían nuestra popularidad”

 ¿Puedes creerlo? Suena exagerado, pero la presión de que los padres de familia les quisieran y los estudiantes los amaran, sometía a un fuerte y continuo estrés a los profesores cada día.

 “En una ocasión que una niña fue a dejarme basura en mi escritorio (es real) y que se robó algo de mi locker… llegaron las coordinadoras de tres áreas y directora de la sección primaria a informarme que como los papás de la niña eran problemáticos (explicó que el colegio cuida que nadie hable mal de ellos) … me dieron la instrucción: tienes de aquí a la salida para que esa niña te ame y llegue a su casa diciendo que ya eres su favorito … toma estos premios que puedes regalarle…”  añadieron sus jefas. Me contó muchas formas en las que les faltaban al respeto a los profesores los alumnos y jamás recibían apoyo del colegio. También los directivos eran agredidos por los socios, según contó incluso un día a la salida le gritaron a la directora de una sesión frente a alumnos y padres de familia. Un socio despotricando en su contra, ¿no te parece humillante?

El mobbing o acoso laboral, es definido como la situación en la que un trabajador o grupo de trabajadores realizan una serie de acciones violentas psicológicas de forma sistemática (al menos una vez a la semana) durante un tiempo determinado (más de seis meses), sobre una persona en el lugar de trabajo.

Dicho acoso psicológico se ejerce también con acciones como, por ejemplo, felicitar a unos de la oficina por ponerse la camiseta y trabajar muchas horas extras sin pago adicional. Agregando que, para las recontrataciones se tomarán en cuenta estas muestras de compromiso hacia la empresa. Eso preocupa a todo aquél que trabaja con contratos temporales.

7 herramientas para un home office más eficaz

Muchas organizaciones realizan diagnósticos de clima laboral, pero en mi experiencia como consultor, una vez detectadas las necesidades de los trabajadores y las principales problemáticas que generan tensiones entre compañeros, los dueños no desean hacer cambios. En ocasiones su solución es correr a las personas que se atrevan a quejarse.

El mismo profesor me contó que el director general repetía cada junta:

“no quiero que se escuche ni el más mínimo murmullo de la discordia” dicho en otras palabras, no quería que alguien comentara con sus compañeros sobre la explotación laboral a la que eran sometidos, no quería ninguna queja. Acercándose navidad hacían una posada en la cual había stands de comida, juegos de feria, etc., era un negocio adicional del colegio, era abierto a todos, no solo la comunidad de alumnos. Pero adivina quiénes hacían todo sin pago adicional … exacto, los de limpieza montaban mesas, stands, decoración… los profesores la hacían de seguridad en diferentes puntos y otros más, cobraban. Esto obviamente implicaba trabajar horas extra en viernes por la noche.

“En una ocasión me mandaron llamar a dirección, se habían enterado que comenté que era injusto que nos hicieran ir en la noche…” después de amenazarla con correrla, al mismo tiempo hacían saber al resto lo que les pasaría si se quejaban. Pero esto va más allá de ese evento, es la sensación de sentirte vigilado, “no sabías quiénes eran los maestros espías, desconfiabas hasta de quienes creías tus amigos” algo así como estar en la URSS.

Pero ¿será suficiente la norma oficial 035? Me parece que sí mejorará mucho las condiciones laborales una vez que se empiece a supervisar su cumplimiento. Pero por ahora, las empresas apenas empiezan a capacitarse.

Para que te des una idea de lo que implica. Yo pertenezco a un centro (Cultiva Wellness Center) que además de la psicoterapia ofrecemos intervención organizacional desde nuestro modelo de psicología. Ahora estamos capacitando empresas que no tienen idea de lo que es esta norma. Vamos a la organización y primero hacemos un diagnóstico de factores de riesgo psicológico y físico; desde peligros con maquinaria y muchos otros factores como si el empleado puede ir al baño y a qué distancia está. Por ejemplo, los choferes de camiones urbanos no pueden ir fácilmente, lo que los lleva a no tomar agua durante varias horas para evitar la necesidad de ir al baño. También revisamos si les obligan a rotar sus turnos, a trabajar horas extras; además de las tensiones que existen entre los trabajadores, las amenazas de despido y los salarios miserables.

Una vez que hemos hecho el diagnóstico por medio de entrevistas, observación de campo e instrumentos (cuestionarios) según el tipo de empresa. Debemos junto con ellos, crear estrategias para eliminar esos factores de riesgo psicosocial, y por supuesto, crear también un sistema para prevenir que reaparezcan.

Para dimensionar lo delicado que es la intervención y la importancia de una intervención ética, te cuenta otra experiencia de este maestro que trabajo en ese horrible colegio:

“… nos hicieron ir a una sala de cómputo a responder un cuestionario CONFIDENCIAL sobre satisfacción laboral. Mientras entrábamos, alguien de RH, sin que supiéramos, anotaba nuestros nombres con el número de computadora en que estábamos. Al final del año despidieron a quienes, ilusos, confiaron en que era confidencial y aprovecharon para señalar abusos laborales…”

Evidentemente el mobbing no ocurre sólo en México. Según la Universidad Nacional de Valencia, el 11% de los españoles había sufría algún tipo de violencia laboral. Añade que en la Unión Europea 17% de las mujeres y el 15% de los hombres han sufrido algún tipo de conducta violenta en el trabajo.

¿Qué cifras hay México? De acuerdo a una publicación de Forbes (2018) 7 de cada 10 mexicanos sufre acoso laboral. Según la encuesta que cita, Un 46% se refiere al acoso por conflictos personales, 33% ACOSO POR PLACER, 21% por motivos económicos y ese mismo porcentaje mencionó el acoso sexual. (Forbes, 2018) ¿Puedes creer que un porcentaje es por placer? Que fuerte.

Ahora bien, resulta complicado juzgar de forma aislada a una persona que ejerce violencia laboral, porque responde a una sociedad en la que socios presionan por resultados a los jefes y estos van haciendo lo mismo a mandos más abajo.  Evidentemente no trato de justificar, no, quien lo hace es gente horrible que no debería existir, pero ¿Por qué contratan personas para coordinar a otras, si no tienen habilidades sociales suficientes? Algunos porque justo quieren poner a un jefe estilo capataz. También porque contratan al conocido o amigo sin importar sus low social skills.

Muchas empresas repiten con frecuencia que nadie es imprescindible y agregan que hay una fila de personas buscando trabajo que lo harían sin problema. La situación económica y tasa de desempleo es una realidad, y las empresas lo usan a su favor para presionar más.

Me gustaría cerrar esta nota diciéndote que si sufres violencia renuncies de inmediato. Sin embargo, sería aventurado incitarte a renunciar sin yo asegurarte uno nuevo. Pero si te puedo dejar unas recomendaciones:

• Si cuando sales del trabajo sigues pensando en ello, por ejemplo, la sensación de que dejaste muchos pendientes. La idea de que le caes mal al jefe o quizá que te van a correr… realiza las actividades que te gustan y distraen. Lo peor que puedes hacer es sentirte agobiado pensando todavía en tu trabajo e irte a seguir trabajando. Si bien, adelantar trabajo, o solucionar algún problema, puede parecer siempre algo positivo, con el paso del tiempo sólo te sentirás más agobiado. Debes distraerte. Hacer ejercicio es muy bueno.
• Por supuesto que si sufres acoso y no crees que vaya a desaparecer, deberías ir buscando otro trabajo. No te acostumbres a vivir así.
• Trata de no engancharte. Mucho del acoso laboral se vive en chismes y compañeros hablando mal de ti. Evidentemente están amargados. Utiliza tu ingenio para que saliendo del trabajo no pienses más en ellos. Incluso si te vas a tu casa a descansar, piensa en todo menos en algo sobre tu lugar de trabajo.
• Jamás te vayas con esa sensación de … “debí quedarme más tiempo”.
• No acoses a tus compañeros y evita entrar en luchas de poder. Porque solo te desgastarás más.
• Investiga la mejor manera de denunciar dicha violencia.

Cuidémonos unos a otros, no repartamos odio, mejor promovamos la armonía. Te invito a leer mi columna cada semana en Revista OPEN.

Edit: Walter Gassire