En el presente, una gran parte de los consumidores se han vuelto más conscientes respecto a las decisiones de sus compras habituales, tanto de alimentos como de otros productos de uso cotidiano. Muchos se han vuelto tan conscientes, que ahora se preocupan, por ejemplo, del origen de sus alimentos; tanto si los animales sacrificados o las plantas cultivadas han tenido un trato digno para su consumo. No sólo eso; con más regularidad el consumidor exige envolturas más claras y mejores envases, pudiendo ser estos biodegradables o lo menos dañino para el humano y, sobretodo, para el medio ambiente. Ese comienza a ser el punto principal del consumidor y algunas empresas: la consciencia del humano sobre las repercusiones al planeta.
Muchos consumidores sensatos apuntan hacia el lado amigable de la toma de decisiones escogiendo alimentos y/o productos «menos perjudiciales» tanto para ellos como el ambiente, porque resulta paradójico y es inevitable no verlo así: si la tierra da lo necesario para nutrirnos y vivir bien ¿por qué habría que regresar lo contrario o lo innecesario para que la tierra se regenere? Debería ser un proceso simbiótico, donde humanos y naturaleza (y todos los organismos vivos) danzaran en el mismo círculo de importancia dándose lo mejor de sí y sacando provecho de ello. Los consumidores conscientes, al tomar mejores decisiones mínimas, están contribuyendo por un efecto acumulativo a través del tiempo grandes cambios en las empresas por medio de la demanda de mejores alimentos o productos «amigables con el entorno», de esta manera y progresivamente, se incluyen cada vez más productos de calidad al mercado, o bien, por contraparte, se comienzan a retirar alimentos o productos peligrosos tanto para el humano o el planeta.
Este es el papel del consumidor actual: ser una persona capaz de tomar mejores decisiones para contribuir a un cambio progresivo tanto en su persona como en su entorno. Los grandes cambios requieren de una ecuación básica: Esfuerzo + Tiempo = resultados, tal y como los que Biohack se ha empeñado en dar con la creación de productos que además de ser líderes en innovación e investigación científica, garantizan mejoras en la salud de quien los usa adecuadamente. Por un lado, su aceite Life Fuel aporta suficiente energía para tener mayor claridad mental y rendimiento físico, mientras que su Biohack Coffee se cultiva con agricultura biodinámica para no dañar los suelos y preservar el balance en el ecosistema, del que se obtiene un café de altura orgánico, completamente libre de toxinas para disfrutarse en distintos momentos del día.
Se paciente, infórmate, esfuérzate por contribuir y ser parte de ese cambio.