Escrito por:Nathaly Marcus @nathalymarcus, Instituto de Salud Funcional Mente Cuerpo y Biohack @biohackmexico
Cuando te preguntan cuántos años tienes es probable que respondas en función de la cantidad de años que han transcurrido desde que naciste, lo cual se denomina edad cronológica. Es decir, la forma principal en que las personas definen su edad se determina por años, meses, días, etc. Pero tal vez tu médico te diga que tienes la condición física de un joven de 21 años, lo que sería tu edad biológica, también conocida como edad fisiológica o funcional.
La edad biológica se diferencia de la edad cronológica porque toma en consideración una serie de factores además del día en que naciste. Tu edad cronológica siempre será un número fácil de determinar, mientras que tu edad biológica depende de una serie de variables que pueden cambiar de forma continua, los cuales se ven fuertemente influidos por tu epigénetica.
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¿Qué es el envejecimiento biológico?
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La idea básica detrás del envejecimiento biológico es que el envejecimiento ocurre a medida que se acumula gradualmente el daño en varias células y tejidos del cuerpo. La edad biológica es la que corresponde con el estado funcional de nuestros órganos comparados con patrones estándar para la edad, es el estado de envejecimiento de nuestro organismo.
Se han identificado muchos de estos mecanismos asociados al envejecimiento celular como puede ser una estimulación del proceso oxidativo, la reducción en longitud de unas estructuras existentes en los cromosomas denominadas telómeros, cambios en la capacidad inflamatoria, cambios en el metabolismo energético y en la funcionalidad de las mitocondrias (componentes celulares que favorecen la generación de energía de nuestras células).
La literatura científica nos dice que la diferencia observable entre la edad cronológica y la biológica puede variar en hasta más o menos 12 años.
¿Sabes cómo puedes modificar tu edad biológica y envejecer de forma saludable?
Comenzar a cualquier tu edad, incluidas a las personas de la tercera edad. Estas son algunas de las formas en las que puedes envejecer de manera saludable:
En primer lugar debemos de remover el consumo de alimentos altamente inflamatorios de nuestra alimentación, como lo son los alimentos ultraprocesados y cambiarlos por alimentos naturales, aquellos que vengan del suelo, dándoles rotación principalmente a las frutas y las verduras; por ejemplo, podemos designar un día por color: lunes verde (uvas verdes, espinaca, lechuga, brócoli, pepino, etc.), martes morado (blueberries, berenjena, col morada, cebolla morada, etc). Otro tip es asignar una letra por día y todos los alimentos que se consuman vayan acorde a dicha letra: lunes “P” (pepitas de calabaza, pollo, pepino, pera, etc.), martes “M” (melón, mandarina, macadamia, morrón, etc.). Estos alimentos deben de conformar un 50% de nuestros platos en cada tiempo de comida.
En cuanto a las proteínas debemos de tener especial cuidado eligiendo aquellas orgánicas y de libre pastoreo, para evitar la contaminación por pesticidas, hormonas y antibióticos, dándoles rotación y prefiriendo carnes blancas como: pollo, pescado, pavo, etc.
Elegir grasas saludables para su consumo regular como el aguacate, aceite de oliva extra virgen, ghee, aceite de aguacate, aceite de coco y aceitunas. También puedes incluir el aceite MCT de Biohack: Life Fuel, que está compuesto de ácido caprílico extraido del coco.
Los fermentados no pueden faltar y debemos de incluir por lo menos uno al día como el kéfir, kombucha, kimchi, sauerkraut, vegetales encurtidos, los cuales favorecen a nuestra microbiota intestinal.
Otro alimento que no puede faltar a diario son los superfoods como: cacao, cúrcuma, jengibre, caldo de hueso, entre otros, que además de dar un sabor delicioso a los alimentos, nos llenarán de nutrientes y aumentarán nuestras defensas.
La hidratación es un aspecto muy importante que no debemos dejar de lado, promover el consumo de agua natural a lo largo del día agregándole una pizca de sal del Himalaya o una ramita de romero fresco a fin de mineralizar nuestra agua. En caso que no te agrade el agua simple puedes realizar infusiones, agregándoles rebanadas de fruta natural o menta, hierbabuena, romero las cuales le darán un sabor delicioso.
Debemos de seguir consejos prácticos para modificar hábitos del estilo de vida. Si no realizas ejercicio, ponernos metas realistas de actividades que disfrutes, por ejemplo salir a caminar media hora a diario, pasear a nuestras mascotas, estacionarse lo más lejos posible a fin de movernos un poco más, inscribirse a actividades como clases de baile, etc.
Fomentar una rutina de sueño, acondicionando nuestra habitación para que esté a una temperatura agradable. Lo ideal es que nuestra habitación se encuentre completamente obscura, evitar el uso del celular y televisión al menos dos horas antes de dormir, cenar ligero y evitar el consumo de muchos líquidos por la noche. Un baño caliente o remojar los pies en sales de epsom promueve una adecuada relajación.
Un factor que a menudo puede ser subestimado y nutre nuestra alma es la convivencia con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, mascotas, realizando actividades recreativas que nos hagan salir de la rutina como ver una película, armar un rompecabezas, acampar, juegos de mesa, etc.
Debemos de establecernos como objetivo que por lo menos una vez a la semana convivamos con la naturaleza, caminar descalzo en el pasto, abrazar un árbol, respirar aire fresco, lo cual va a ayudar a reducir el estrés en nuestro día a día y ayudando a nuestro cuerpo a desintoxicarse.
Por último y no menos importante es la espiritualidad. Meditar puede ser una actividad nueva a implementar en nuestra rutina diaria y costarnos un poco de trabajo, pero traerá cambios importantes en nuestro día a día. Empieza por tu respiración. Muchas veces perdemos el contacto con ella y no nos damos cuenta que no estamos respirando adecuadamente, perdiendo el contacto con nuestro cuerpo y afectando su oxigenación. Simplemente conectar con ella y percatarnos si el aire es frío o caliente es una forma muy sencilla de meditar, y en el caso de que algunos pensamientos se nos crucen hay que tratarlos como eventos temporales, que muchas veces no son reales, dejándolos ir y seguir conectando con nuestra respiración.
Con estos sencillos consejos verás que tu vida dará un giro de 180 grados y te ayudarán a verte y sentirte más joven, favoreciendo tu edad biológica.