La migración y sus beneficios
La migración se ha convertido en un factor para el reordenamiento del mundo. Además de las contribuciones culturales en términos de diversidad para los países huéspedes, el fenómeno beneficia también a los países de origen y tránsito en términos económicos.
De acuerdo con la Agencia de la organización de las naciones unidas para los refugiados cada minuto, al menos 20 personas se convierten en nuevos desplazados; la cifra mundial de gente desplazada a la fuerza aumentó de 33.9 millones en 1997 a 65.6 millones en 2016, una cifra récord en la historia, producto de conflictos armados o dificultades económicas alrededor del orbe.
Nunca es tarde para migrar. Elena Nikolenko, a los 40 años, vino de Rusia a México sin más referencia que lo básico de su cultura y las telenovelas mexicanas trasmitidas por la televisión de su país. Ni una palabra en español había en el equipaje de esta maestra de música que en 2005 empacó su vida y atravesó 10,216 kilómetros de tierra y mar.
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“Llegué sola, sin pensar en quedarme a vivir”, dice Elena, quien encontró en México más oportunidades que en su propio país, donde se había formado como pianista acompañante de ballet, pero no había pasado de las clases para niños. Sin posibilidades de avanzar en la música ni libertad para hacer otras cosas, Elena no dudó en aceptar una oferta de trabajo en México que le hizo un conocido.
“Éste es un país de oportunidades”, dice Nikolenko, feliz y agradecida con México. “Aquí he podido acompañar a los bailarines más famosos del mundo y me convertí en pintora”. Además, la gente es buena, afirma. Para comprobarlo, basta el gesto de un compañero suyo que se acerca para regalarle un helado en medio de una primavera que sofoca a la Ciudad de México. “A esto me refiero: las personas siempre han sido muy amigables conmigo”.
Pero aun cuando los vientos son favorables en un nuevo país, siempre hay hábitos locales que sacuden, modos que confunden, manías que desesperan. Elena ha pasado bien la prueba de la comida y las costumbres, pero todavía le cuesta lidiar con la impuntualidad del mexicano y su falta de disciplina. Sin embargo, no extraña el carácter “rígido” de Rusia. En Elena se han entremezclado costumbres y culturas, valores que aportan las migraciones a las sociedades modernas.
“Históricamente se ha demostrado que las naciones que reciben migración obtienen ventajas al enriquecer su cultura”, afirma Rodolfo Casillas, experto en historia, relaciones internacionales y migración. Incluso en los casos de la llegada masiva de extranjeros, que en un primer momento implican alguna desorganización o alteración del orden establecido, en el mediano y corto plazos siempre habrá un resultado positivo de esa confluencia y ese intercambio cultural que ocurre con las migraciones.
Por Elia Baltazar