Atrapados en otro país: Testimonios reales
Sabemos que muchos viajeros se quedaron en países lejanos a su lugar de origen a causa del Coronavirus, algunos de ellos nos compartieron su historia
Con información de https://www.bleublanc.mx/
Escrito por: Roxana Zepeda
https://www.instagram.com/tastytoursmx/
Sabemos que muchos viajeros se quedaron en Europa o en países lejanos a su lugar de origen a causa del Coronavirus. Para ellos la situación ha generado incertidumbre y aunque algunos han conseguido volver a sus países a un alto costo otros se encuentran varados sin saber qué hacer. Recopilamos algunos relatos de personas que se encontraban de viaje y compartieron su historia con nosotros.
Jazmín Chora
“Nosotras somos un trío de viajeras, nuestro itinerario era París, Roma y Bruselas. Era la primera vez de mis amigas Vale y Viry, en mi caso el segundo viaje internacional, al principio estábamos indecisas, pero por los comentarios de grupos de que estaba todo bien solo con las precauciones debidas, nos arriesgamos; llegamos a París el 09 de Marzo 2020.
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El primer día todo bien, el segundo día antes de dar el primer tour nos llegó la notificación del cierre de fronteras en Italia, nuestro viaje empezaba a derrumbarse, (aunque por nosotras mismas ya habíamos decidido no ir), también nos llego la notificación de la cancelación del vuelo Roma – Bélgica que estaba programado para el 18 de Marzo, así que empezamos a buscar otro hospedaje aquí en París, ya solucionado salimos a pasear por la ciudad, la gente con la que entablábamos conversación y con la que convivimos, nos comentaban que efectivamente no había contagio masivo, solo estaban tomando las medidas necesarias, así que tomamos nuestro vinito frente a la torre y disfrutamos de su hermoso espectáculo hasta las 10:00 pm, luego fuimos a dormir, o eso pensábamos, entrada la madrugada 2:00 am empezaron a sonar las notificaciones de Facebook, nuestros conocidos nos etiquetaban en las publicaciones del discurso de Trump, entonces empezó la histeria, yo relajada, mis amigas queriendo empacar y salir corriendo al aeropuerto, traté de calmarlas pero mi falta de preocupación las alertaba más.
¿Qué pasaría en México si se llega a la Fase 3 del coronavirus?
Esperamos que amaneciera, para ir al aeropuerto, ahí nos encontramos con algunos mexicanos y estadounidenses quienes desesperados por no tener respuesta de las aerolíneas empezaron a realizar cambios con costos muy elevados, buscando llegar a USA aunque no fuera a su ciudad de destino original, cobraban hasta el servicio por pesarte el equipaje a 90 Euros, cosa que según yo es parte del cobro por el mismo, a nosotras nos dijeron que no había personal de la aerolínea que nos pudiera atender, que los cambios solo eran vía telefónica, empezamos a marcar y una hora después de estar con la llamada en espera nos contestaron que el costo por el cambio de vuelo era de 850 Euros más la diferencia de precio del vuelo, fue cuando desistimos y empezamos a buscar un vuelo para México, nos fuimos al hospedaje que tomamos por el cambio de itinerario.
Al día 12 que era el día de vuelo París – Roma, la aerolínea nunca canceló el vuelo y el hospedaje dijo no tener reembolso, desanimadas, ya en el hotel (por cierto de muy mal gusto para el precio que pagamos, sucio, con muy mal olor y alejado de la ciudad), logramos comprar un vuelo a Mazatlán con escala en Canadá, a un costo moderado para el día 16 de marzo, compramos en linea el visado que solicita Canadá para el transbordo y aquí estamos en espera de nuestro regreso, con la incertidumbre de que nos llegue alguna otra notificación alarmante”.
María Verónica Melogno
“Somos un grupo de viajeros que nos conocimos en un viaje a Nueva York y tenemos un grupo de Whatsapp. En este momento tenemos una familia en Madrid, un matrimonio en Reino Unido y un joven solo en Nueva York.
No sabemos si van a poder volver por las medidas que tomó el gobierno argentino. Yo viajaba a Madrid el 10 de marzo y decidí cancelar el día anterior. Todos cambiaron sus itinerarios. Y estamos apoyándolos tratando de buscar vuelos y hablar con las aerolíneas. Estamos todos a disposición de ellos. Estas situaciones sacan lo mejor y lo peor de las personas”.
Taba Gabriel
“Perdí mi viaje a Madrid para evitar el contagio y no pude ver a mis amigos que tenía cuatro años de no verlos y seguiré así hasta no se cuando…. no es muy interesante quizás pero me imagino que muchos están así como yo, además no se trata a veces de lo económico si no lo emocional y la salud física, también está el hecho de que las compañías aéreas no se hacen cargo de las perdidas, que ellas no tienen la culpa también es cierto pero mínimo un reembolso simbólico seria necesario.
Maca Collao
“Me mudé de Egipto a Marruecos hace un mes y medio. Vivo sola, y si bien conozco gente, no tengo amigos aquí. Tenía un viaje a Europa y decidí cancelarlo por voluntad propia. Tres días después, el país decide cerrar fronteras con casi todo Europa y con el pasar de los días más países se suman a lista.
Dado a que estoy sola acá, pensé irme a mi país, Chile, donde la situación social y de salud está cada día peor, pero al menos podía estar con familia y amigos en esta crisis, pero me fue imposible ya que todos los vuelos para ir a Chile, conectan con los países que Marruecos decidió suspender vuelos.
Conclusión, me tocó aceptar que este es mi lugar en el mundo ahora y me tomo esta soledad como un llamado a reflexionar sobre esta crisis sanitaria, económica y por sobre todo espiritual a la que nos estamos enfrentando. El desafío es gigante pero confío en que como seres humanos vamos a salir de esto, pero unidos, no separados”.
Claudia Stavron
“Mi hermana y su marido debían volar a Madrid el viernes pasado a visitar a su hijo que vive allá. El jueves, después de cuatro horas de fila, pudieron cambiar su vuelo para el mes de octubre. Con toda la angustia que genera esto para los padres, el saber que allá la cosa está peor, y no poder estar acompañando a tu hijo.
A las pocas horas, España anuncia el estado de alarma, por lo que si hubieran ido, todos estarían encerrados dentro del pueblo y con graves problemas para conseguir vuelo de regreso. Entiendo que Aerolíneas Argentinas, excelentemente como aerolínea de bandera, va a repatriar a los que pueda, pero esto va a ser una tarea complicada.
Más allá de nuestra situación familiar, en esas cuatro horas de espera en Air Europa escuché historias angustiantes: así como mi hermana quería cancelar la partida, otros necesitaban ir a sus países. Una italiana había venido de visita a sus parientes argentinos, pero dejó a su marido allá. Otra a su papá anciano, que estaba encerrado en su casa por el aislamiento obligatorio. Las aerolíneas habían suspendido los vuelos de España a Italia, por lo cual toda esta gente que necesita llegar debe costear por su cuenta otro vuelo que los lleve a Italia.
Son situaciones que además de traer problemas económicos generan mucha desesperación en todos los que quedamos con algún ser querido del otro lado del mundo. Creo que esto del aislamiento, y los medios que te muestran la crisis en vivo y en directo, nos tiene que hacer repensar el tema de dónde ponemos el acento individualmente y como sociedad volver a revisar nuestros valores. Ahora es o nos cuidamos entre todos, o nos enfermamos todos. También destacar el rol de médicos y enfermeros que son los héroes de hoy. Por último la importancia del estado, y la Salud Pública, que es la única que hoy nos garantiza la salida de esta pandemia”.
Karla Miranda
Soy mexicana y mi novio francés, ambos vivimos en México y el tuvo que ir a Francia el 28 de febrero para continuar con una parte de sus estudios, yo saldría el 29 de marzo para encontrarnos en Toulouse y presentarme a su familia.
Ahora no se hasta cuándo lo vuelva a ver.
Verania Luiselli
“Mi hermana Fernanda Luiselli está atrapada en París, viajaba sola y su viaje cambio de pronto pues al mismo tiempo tuvo un accidente que le lastimó la rodilla; el coronavirus llegó y avanzó más rápido de lo ella podía moverse. De pronto salió de su hotel y encontró cafés y restaurantes cerrados, tiendas vacías o cerradas y solo pudo comprar algunas barras de chocolate y una botella de agua para pasar el día.
Regresó al hotel para encontrarse con una nueva: el hotel debía cerrar debido al anuncio de confinamiento y ella tenía que desalojar aún habiendo pagado hasta el próximo fin de semana.
La desesperación llegó a su puerta. Buscando taxis, Uber, autos de servicio privado o lo que fuera, pero ni el hotel pudo ayudarle con esto.
¿La embajada? Una triste respuesta. “Estamos rebasados hay muchos mexicanos y no tenemos donde hospedarlos o cómo moverlos, quédate en el hotel y nos mantendremos en contacto para llevar el registro.”