Cómo elegir productos más saludables
Comer saludable es todo un reto. En la teoría suena muy fácil, pero en la práctica hay muchos factores que nos hacen ruido en el […]
Comer saludable es todo un reto. En la teoría suena muy fácil, pero en la práctica hay muchos factores que nos hacen ruido en el camino. Uno de estos factores es la mercadotecnia. Cuando queremos hacer elecciones de productos saludables es importante analizar ciertos elementos para asegurarnos que realmente lo sean. Porque no importa qué tanto diga el empaque, la verdadera historia siempre se cuenta al reverso.
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Para evitar este tipo de confusiones y que no te dejes llevar por la mercadotecnia, te comparto mis 3 pasos para elegir opciones realmente más saludables.
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Considera el tamaño de porción y las porciones por envase.
Las cantidades siempre importan, tanto en los productos chatarra como en los saludables. Por eso, la primera parte es empezar a identificar los tamaños de porción de los productos que sueles consumir (y de sus posibles alternativas).
Los tamaños de porción vienen en los primeros renglones de la tabla nutricional. Ahí se indican cuántos gramos, mililitros o unidades son el tamaño de porción y cuántas porciones trae el envase.
Por ejemplo, un paquete de galletas puede decir que su porción es de una unidad y que el paquete contiene 6 porciones. Esto quiere decir que contiene 6 unidades o 6 galletas todo el paquete y con este tamaño de porción (1 unidad) se reporta el contenido nutricional. En este caso, si te comes todo el paquete, tendrías que multiplicar los valores de la tabla nutricional por 6 y seguramente ya no es tan saludable.
En otras ocasiones, se reporta el contenido nutricional por cada 100 gramos. Cuando esto pasa, puede que el contenido del envase sea menor a 100 g y en este caso, tendrías que dividir entre en tamaño de la poción que contiene el envase. Por ejemplo, si contiene solo 20 g y se reporta la tabla en 100 g entones hay que dividir entre 5 todos los valores y puede que hasta te convenga más que otros productos.
Si vas a comparar productos, asegúrate de siempre comparar en los mismos tamaños de porción. De lo contrario, uno va a salir mejor que el otro en números absolutos, pero no cuando corriges por el tamaño de porción. Entender eso hace toda la diferencia.
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Analiza la tabla nutricional.
El siguiente paso para determinar si un producto es saludable o no, es ver su aporte nutricional POR PORCIÓN. Es importante recordar que los datos de la tabla vienen por cada porción y no siempre es todo el empaque (aunque algunos coinciden en que hay una porción por empaque). Aquí debes de notar un par de cosas.
La primera es el aporte calórico por porción. No para contar las calorías y obsesionarte, simplemente para ser consciente de si es un producto con alto contenido energético o no tanto. Como por ejemplo, los cacahuates o muchos productos keto, que aunque no tienen azúcar, siguen teniendo grasa y esto aumenta su contenido energético y deben e consumirse con moderación.
La segunda cosa en la que hay que fijarse es el contenido de macronutrientes: grasas totales, carbohidratos (sobre todo si llevas una dieta baja en carbohidratos) y proteína. La proteína es el macronutriente más descuidado en productos comerciales, ya que normalmente se componen de una mezcla de carbohidratos (azúcar), grasa y sodio, que es lo que hace la combinación hiperpalatable y adictiva.
Un ejemplo puede ser una bolsa de churritos de nopales y con harina de amaranto. Suena saludable, ¿no? Veamos que nos dice su tabla (imaginaria)…
En una poción de 30 g que contiene 5 pociones en el empaque (el pequeño de 150 g ehh), la tabla nutricional dice que son 15 g de carbohidratos y que contiene solo 90 kcal. Con esta información puedes pensar que el empaque completo solo contiene 15 g de carbohidratos y 90 Kcal, pero la realidad es que si te comes todo el empaque, esas cantidades se quintuplican, ¿ya no suena tan bajo en calorías, verdad?.
Si lo piensas en términos de porcentajes, en este caso en particular, los carbohidratos representarían un 50% del contenido energético de ese producto. ¿Ves cómo se pueden manipular los números para que suene a opciones saludables?
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Lee la lista de ingredientes
Por último, debes fijarte en la lista de ingredientes. Aquí te va a decir de dónde provienen los macro y micronutrientes, así como las cantidades que se usan de cada ingrediente. Fíjate que el primer ingrediente sea realmente el producto. Por ejemplo, en un chocolate que sea cacao el primer ingrediente y no azúcar o maltitol. Evita los productos con una lista de ingrediente larga (7 o más ingredientes) y con colorantes artificiales.
Los alimentos son el vehículo para obtener los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar, más allá de las calorías. Los nutrientes son las moléculas que se comunican con nuestro ADN y genera respuesta de acuerdo a lo que se necesite. La calidad de los alimentos es importante y la lista de ingrediente te va a dar una idea de la calidad de los productos.
Analiza los productos que consumes cotidianamente y pregúntate qué es lo que te gusta de ellos o qué te llamó la atención para comprarlos. Acaso fue la imagen, el precio o el sabor, o quizás alguien te lo recomendó.
Pregúntate ¿qué buscas de estos productos? Normalmente se reduce a dos cosas que buscamos en un producto. Sabor o nutrición. Aunque también llegamos a buscarlos por los beneficios que ofrecen, como el caso del Biohack Coffee y el aceite Life Fuel de Biohack, que en conjunto te ayudan a tener más energía durante el día, claridad mental y a quemar grasas, sobre todo cuando los consumes dentro de un régimen bajo en carbohidratos o keto. Aunque estas no son mutuamente excluyentes, en muchos casos, los que manufacturan productos sí priorizan una sobre la otra; no importa cuál sea, es importante que seas honest@ contigo mism@ para que puedas tomar mejores decisiones en un futuro.