Destilería San Patricio, un rinconcito de Irlanda…. En el Edomex

Ubicado en el pueblito de Tlalmanalco (San Rafael km 1.2), Estado de México, hay un pequeño rinconcito irlandés: la Destilería San Patricio, nombra así por la admiración profunda que tienen sus dueños por la historia del Batallón de San Patricio que, siendo irlandeses, decidieron unirse al ejército mexicano para luchar en contra de la invasión francesa en el periodo del general Antonio López de Santana, y del triste final que, como soldados, tuvieron; muchos muertos en batalla, y otros ahorcados por ser señalados como desertores.

Basado en esto, el lugar cuenta con una fuente y una estatua de San Patricio, y cabe destacar que de la mano de la química en alimentos Brenda Trujillo, los dueños, Gabriel Cuevas Rello, padre y Luis Rubén Cuevas, hijo, hicieron de este spot una verdadera experiencia en la que lo mismo puedes pedir una cata de sus destilados (con todo y explicación de que se basan en los procesos originales de elaboración de whiskey, vodka y ginebra, creando así su propia marca para consumo en el lugar, aunque ya han comenzado a embotellar para venta al público y, bueno, la idea es que al tiempo puedan comercializar la marca y llegar a grandes públicos.

“Todo comenzó con una caricatura de Scooby Doo donde alguien tocaba una gaita y ahí me enamoré del instrumento y comencé a investigar más sobre la cultura irlandesa; al tiempo, tuve oportunidad de estudiar en Escocia e Irlanda e Inglaterra y fue creciendo más mi admiración por las culturas celtas, sus danzas, sus rituales y, obviamente, por sus bebidas. Y hoy estoy cumpliendo un sueño al abrir mi propia destilería en sociedad con mi padre”, dijo Luis Rubén Cuevas, quien durante muchos años se dedicó a la crítica de gastronomía.

La magia celta en The Diestillery Experience

“Paddy” es el nombre del vodka, en honor al capitán que dirigió el Batallón de San Patricio”, Claddagh” es el nombre de la ginebra y “Battalion”, el del whiskey que puede probar en la cata, o pedir el trago sólo o en coctel.

De la comida, ni hablar. La sirven en una especie de cacerola: una especie de barbacoa (muy abundante, las porciones), salchicha inglesa y elote dulce. Ese es el menú y no hay carta para pedir otros platillos, y ni le hace falta. Mega delicioso.

Y por si fuera poco el importante adorno musical del maestro gaitero César Ramírez (que, dijo, ha recorrido casi el mundo entero, trabajando para grandes marcas de whiskey), ese día se presentaron dos bailarinas que exhibieron cuadros de baile celta con una ejecución perfecta, que aplaudieron a rabiar los comensales de esa tarde de inauguración.

Si es usted de los que le gusta “pueblear” los fines de semana, dese una vuelta por Tlalmanalco, ubicado a 50 km de la CDMX y dese la oportunidad de vivir The Diestillery Experience.

 

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Esta experiencia, como tal, sólo se vive los sábados de 11 am a 7pm, por un costo de mil 500 pesos por persona y sólo se hace con reserva, ya que para cuidar al comensal, se dispone de un vehículo que parte de la CDMX y regresa al punto de partida para evitar posible accidentes, en caso de que se le pasen las cucharadas.

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