Así vivimos una edición más del Corona Capital Guadalajara
Durante dos días pudimos disfrutar de lo mejor de la música anglo en la Arena VFG de Guadalajara.
El pasado 20 y 21 de mayo se llevó a cabo una edición más del Festival Corona Capital Guadalajara, en la Arena VFG, misma que tuvimos oportunidad de cubrir gracias a la Secretaría de Turismo del Estado de Jalisco.
Y aunque quisiera decir que todo fue miel sobre hojuelas, no fue así, pues el fin de semana no fueron los mejores días para volar de la CDMX rumbo al estado del Tequila.
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Así es como entre vuelos cancelados, cierre de operaciones y demoras, llegamos a las 9:00 pm del día sábado, afortunada, o desafortunadamente, para ver solo a los headliners.
Ahora sí se viene lo bueno
Así comenzó el deleite con la presentación de Melody’s Echo Chamber, un proyecto de música, que al igual que el nombre de la cabeza, es melodioso pero con mucha fuerza en vivo.
Mientras, en el escenario Kia ya estaba el dúo neoyorkino, The Chainsmokers, que en experiencia de mis colegas periodistas, dieron un show mucho más satisfactorio a comparación de su presentación en el pasado Tecate Emblema.
Entre fuegos artificiales y pechos descubiertos, Andrew Taggart y Alex Pall lograron reunir a la mayor parte del festival, al menos así se veía desde la rueda de la fortuna, en donde escuché “Something Just Like This”, sencillo que tienen junto a Coldplay y que la torna logra remplazar muy bien.
Me gustaría destacar la distribución de los escenarios, pues por una razón de buen montaje de los mismos e ingeniería de audio, la música entre ellos no lograba encontrarse a pesar de su cercanía en comparación al Autódromo Hermanos Rodríguez.
¡Qué agusticidad!
Por otro lado, el Escenario Viva Tent, o simplemente “la carpa” como muchos le decimos, le daba la bienvenida a la ex integrante de Moloko, Róisín Murphy, quien con sensualidad y R&B cautivaría a su fans.
Pero no solo la música hipnotizaría a los menos, sino que sus outfits y la puesta en escena lograrían atrapar a aquellos curiosos que gritaban en cada movimiento de la cantante.
Y quien no invirtió mucho tiempo en el outfit fue Dan Reynolds, vocalista de Imagine Dragons quien salió en una simple bermuda y tenis con calcetas altas presumiendo su más que trabajado torso.
Y aunque fue un deleite para la pupila, también para el oído, pues aunque no me declaro como la fan #1 de la banda, es un hecho que escuchar en vivo a los oriundos de Las Vegas, te empodera.
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Así fue como una joven de 15 años subió al escenario a cantar “Thunder”, como si el escenario fuera una parte de su vida cotidiana.
Me ubiqué en un lugar especial, rodeada de lágrimas de envidia y emoción, de coros desafinados que cantaban cada una de las canciones de la banda, de saliva que salpicaba mi cabello en cada estrofa.
Con mucha energía corrí a “la Carpa” donde M83 estaba a punto de comenzar. No fue una sorpresa que los franceses no me transmitirían el mismo mood, pues a pesar de l haber llegado a la segunda fila, no logré ver nada entre el hielo seco y la intensidad de sus colores, sin embargo, el escenario estaba abarrotado de gente, dudo que haya sido el mejor espacio para ellos.
Cierre emotivo
Luego de algunas canciones de introspección corrí de nuevo al escenario Kia donde ya estaba Bloc Party, en definitiva, mi show favorito de la noche, pues no necesitaron de luces espectaculares y mucho menos de fuegos artificiales para conectar con el público, ellos tenían una carta más fuerte con la cual jugar: la melancolía.
La última visita de los británicos a México fue en el 2019, justo antes de que una pandemia azotara al mundo, en donde se dieron a la tarea de tocar canciones de su último álbum, en ese entonces, dejando a los fans de sus inicios en segundo plano.
En esta ocasión Kele Okereke pensó en todos y armó un setlist con canciones nuevas pero también las “de antaño” como “Banquet”, “Modern Love” y Helicopter” en donde todos comenzaron a brincar y a arrojar vasos con gran euforia.
De regreso a nuestro hospedaje en el Hotel Hotsson, pensaba en lo arrepentida que habría estado de haberme ausentado gracias a los problemas del AICM.
Un paseo por Chapala
Para el segundo día, me entusiasmaba el hecho de ver el regreso de Sophie Ellis Bextor o a Regina Spektor, a quienes nunca había tenido el gusto de escuchar en vivo.
Pero antes de ello, una parada en el Lago de Chapala, un pueblo mágico lleno de colores y vibes de un malecón de playa. Familias disfrutando de tejuinos, helados y puestos de peculiares artesanías.
Un cuadro que guardaré en mi cabeza con el soundtrack de “Mediodía” de Café Tacvba.
Día dos del Corona Capital GDL
Después de la calma viene el concierto y fue así que llegamos de nuevo a la Arena VFG entre caballos y la impresionante vista del centro de espectáculos.
De fondo, Blonde Readhead, otra de las bandas dosmileras que regresó hace un par de años a los oídos de muchos debido a su hit “For the Damaged Coda”, que a pesar de ser lanzada en el 2000, se viralizó en TikTok.
Para mi sorpresa, además de outfits increíbles, las playeras de las Chivas se hicieron ver, pues ese día se jugaba el clásico “Chivas vs América”, en definitiva un buen momento para estar en Guadalajara. Claro, si es que ganaba el equipo jalisciense.
Entre Pussy Riot, Caroline Rose y Bright Eyes, le dieron la bienvenida a IDLES, la banta de punk de bristol que es un hecho que se ha hecho de una gran base de fans aferrados en México.
Es así como en menos de un año, IDLES vistió nuestro país tres veces pero siempre con la misma energía digna de un verdadero moshpit.
De este modo me abalancé entre los jugos, no había forma de huír, de los punks para lograr llegar lo más cerca posible al escenario.
Saldo blanco, pues a pesar de que Joe Talbot siempre incita al baile y la locura, los fans conocen los límites que a veces parecieran inexistentes.
Las personas volando, además de la clásica entrada de su guitarrista Lee Kiernan, es siempre la cereza del pastel de sus presentaciones.
Lo logro! Ese maldito Hijo de perra lo logro
Pero antes de su final yo caminaba hacia el escenario Corona Agua Rifada donde estaba a punto de comenzar Pixies a quienes un día antes se les pudo ver varados, de igual forma, en la Terminal 1 del AICM.
Yo solo pensé “lo logaron, los malditos hijos de perra lo lograron”.
He de decir que los Pixies no son mis favoritos para ver en vivo, la energía que transmiten sus canciones no creo que sea similar a la que transmiten en los escenarios, es por ello que luego de corear “This monkey’s gone to heaven” me fui a ver a Sophie Ellis Bextor a quien realmente me emocionaba ver.
De pronto me encontraba en un bar con música en vivo para bailar música disco y el Corona Capital quedó un momento atrás.
Cabe destacar que en cada una de las presentaciones los fans siempre se entregaron a la música, los celulares no fueron tan protagonistas y las personas fueron muy amables.
Sophie Ellis Bextor luce igual que hace 20 años que la conocimos con “Murder on the dancefloor” y además traía el mismo peinado realzado por un vestido de lentejuelas azul que a su vez matizaban sus ojos del mismo color.
Además de cantar sus hits agregó algunos covers como “Like a Prayer” de Madonna y “Lady” de Modjo.
En una pausa de la británica y alejándome un poco de las primeras filas logré escuchar “Where is my mind” canción que los Pixies no se pueden dejar de tocar aunque se resistan.
Triunfó el rojiblanco
Para Foals aquellos que portaban sus jerseys de las Chivas ya se saludaban como si fueran amigos de años. Los rojiblancos habrían ganado con un marcador de 3-1 que dejó a las Águilas desahuciadas.
Así celebraban con Foals que hizo bailar a los asistentes en una ola de riffs muy ingleses.
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Y unos minutos después, el escenario donde se presentaría Interpol ya estaba abarrotado, decidí verlos de lejos, pues mi historial en conciertos de la banda neoyorkina me lo permitía.
A pesar de ello, siempre es un deleite verlos y escucharlos, sobre todo a Paul Banks que nos ha demostrado en varias ocasiones su amor por México con su perfecto español.
La experiencia en el escenario es evidente y su elegancia no solo se nota en su vestimenta, sino en su sonido.
Con esta imagen del Corona Capital me lancé a ver a Stephen Lee Bruner, conocido simplemente como Thundercat, quien entre el R&B y psicodelia, además de característico estilo, elevó a aquellos a quienes no decepcionaría con su puesta en escena.
Entre los asistentes se ubicaban algunos que no dejaban de repetir “no mames, no mames” y los que me querían cargar para tomar el mejor ángulo. Era un verdadero círculo de amor y paz.
“Siempre hay que estar juntos”
Con esa paz efusiva me fui a Regina Spektor, quien entre un piano, una guitarra y un teclado se valió para dar el show sola, como de costumbre.
Frente a mí había una pareja de chicos que cantaban y celebraban cada una de las canciones de Spektor. La chica le preguntó al chico si lo podía abrazar y entrelazaron sus brazos con cerveza en mano mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
“Neta muchas gracias, no tengo ningún amigo fan de Regina y se quedaron en Thundercat”, dijo la chica, “También los míos” dijo él y se quedaron abrazados de un brazo durante todo el concierto.
En definitiva, una bonita amistad surgiría de ese momento, o quizá no, pero se irían satisfechos a casa.
La que se negaba que ese fuera el cierre del festival, era yo pues esperaba irme con la misma energía que el día anterior, pero la triste realidad es que ya era lunes y en unas horas muchos debíamos regresar a las labores para poder asistir a futuros conciertos.
Así fue como terminó una edición más del Corona Capital Guadalajara, mismo que se convirtió en uno de mis festivales favoritos.
Y que empiece la cuenta regresiva para la edición 2024.
FOTOS POR: @kenilophoto
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